23 años

Las personas en Europa tienen una idea equivocada de América Latina y es necesario conocer la vida en una comunidad, con el fin de entender los diversos problemas y proponer alguna solución para superarlos.

Mi visión como médico, artista, investigador y profesor universitario tengo el compromiso de crecer junto a la comunidad en la que vivo; en este empeño vengo trabajando desde mi llegada a Gualsaquí Ecuador, 1998.

Ecassef Fundation propende el crecimiento personal, mediante el desarrollo de la cultura, la antropología, la ciencia y la sociedad. Por esta razón, los recursos destinados a cada proyecto se convierten en una oportunidad para que cada persona sea protagonista de su historia y de su futuro.

Llevo más de treinta años comprometida con la cooperación para el desarrollo; hasta la década de 2010 impulsé proyectos con el municipio de Edegem, para ayudar en Kigembe, Ruanda, en la India y en la República Dominicana; en 2011 conocí Ecassef Fundation, cuyo enfoque es el contacto permanente y directo con el grupo objetivo y la búsqueda conjunta de soluciones.

Un ejemplo de la acción pionera de Ecassef Fundation y que es apreciada por las autoridades locales, es el exitoso desarrollo de los abonos orgánicos y los resultados obtenidos en la finca integral de café y en otros cultivos.

Desde Bélgica apoyo el plan de adopción Ecassef, gracias al cual decenas de padrinos flamencos y holandeses ayudan a medio centenar de jóvenes, en su mayoría procedentes de familias indígenas necesitadas, para educarse en escuelas y colegios.

A raíz de dos viajes de familiarización, en 2004 y 2007, pude conocer los objetivos de Ecassef; desde entonces me comprometí a presentar en Flandes, no solo entre mis amigos y conocidos, los problemas medioambientales más importantes que necesitan de apoyo en el Ecuador.

El conocimiento de las condiciones de vida de la gente en el Ecuador nos obliga a desarrollar estrategias de comunicación, cooperación, creatividad y resolución de problemas que deben ser apoyadas por la sociedad en la que vivimos.

Es necesaria la consecución de recursos en la provincia de West-Vlaanderen y la ciudad de Izege (Bélgica), para implementar los proyectos de Ecassef en el Ecuador.

La cooperación para el desarrollo debería ser una condición sine qua non para toda persona que piense correctamente en este planeta. El desarrollo tiene que ver con la conciencia, la creencia en uno mismo y la empatía.

Desde mi punto de vista los recursos disponibles de este planeta necesitan ser redistribuídos, en beneficio de las mayorías más necesitadas.

Para mí, cada oportunidad para recaudar fondos es una oportunidad para crecer como ser humano. Las contribuciones económicas que solo sirven para “calmar la conciencia”, forman parte de un pensamiento perverso y destructivo en el proceso de construcción de la solidaridad.

Para Ecassef los criterios más importantes son la acción local, la sostenibilidad, la implicación y cooperación de la población para buscar soluciones a las necesidades existentes.

Para mí, la cooperación para el desarrollo a pequeña escala es más importante que las grandes organizaciones que empeñan dinero en el personal administrativo, mermando recursos para ayudar a las personas que lo necesitan.

La importancia de la ayuda a pequeña escala puede ser muy fructífera, siempre que exista un compromiso de la población local. Este debería ser, en mi opinión, el objetivo de los proyectos: hacer que la economía local funcione de forma independiente, de modo que la ayuda exterior pueda reducirse al mínimo.

La razón por la que soy voluntaria es porque la gente de las zonas en desarrollo tiene pocas oportunidades (educación, vivienda…) debido a la mala situación económica de su país y a la corrupción que suele acompañarla; además, la desigual relación entre norte-sur y las actividades de las pocas multinacionales que determinan la economía mundial.

El apoyo al agricultor local, el trabajo de las organizaciones importantes, como FairTrade o Fair Globe, empiezan a ocupar un lugar importante.

Como profesora de moral intento, a través de la enseñanza de los niños, llamar la atención de los padres sobre la importancia que tiene ir en contra de los grandes para elegir a los pequeños.

Al vivir y trabajar en Ecuador durante dieciséis años, obtuve una visión muy realista de la cooperación al desarrollo.

Como miembro fundador de Ecassef Fundation conocí a la población ecuatoriana y me di cuenta de los enormes contrastes entre ricos y pobres, conocimientos y no conocimientos, tener oportunidades o no tener acceso a ellas.

Es un derecho universal y fundamental que todo el mundo tenga acceso a una buena educación, a una buena atención sanitaria, a un salario digno y a la libertad de expresión.

Estoy convencida que todo el mundo debe tener la oportunidad de realizarse y actuar de forma libre y consciente, independientemente de su origen, religión o creencias.

Ecassef Fundation es una parte de mí y yo soy una parte de Ecassef. Esto es así en donde esté y haga lo que haga. Ecassef es mi vida.

Algunos años de trabajo con artesanos textiles a lo largo de la región interandina del Ecuador, al igual que una importante experiencia en el altiplano de Guatemala, me han permitido comprender la necesidad de ofrecer capacitación para optimizar las actividades laborales tradicionales, con el propósito final de lograr mejores condiciones de vida para sus familias.

Esta es mi visión, que coincide con la que ha experimentado, desde unos años atrás, la Fundación Ecassef.

El ánimo de colaborar con los proyectos para mejorar las formas de trabajo y el sano propósito de alcanzar precios justos para los productores de café de la zona de Íntag, ha hecho que me una, con entusiasmo, al trabajo que realiza la Fundación Ecassef.

Soy mujer, madre, esposa, abuela, hija, hermana, tía, amiga, me encantan las flores, bailar, caminar y muchas cosas más…. Soy un ser que como muchos viví en la normalidad de la vida hasta que un buen día estuve al filo del abismo y en ese momento me pregunté qué hago aquí en este planeta llamado Tierra? Luego, a partir de mi experiencia con el Raja Yoga y la meditación emprendí el viaje hacia mi interior donde descubrí la libertad y el amor.

Mientras más me conocí pude conocer y entender al otro, al hermano, al diferente al que muchas veces tuve que darle las gracias ya que fue mi espejo y me dio la oportunidad de descubrir mi luz y mi sombra.Cuando empezamos a despertar nuestra conciencia, tenemos la esperanza de vivir dignamente.Aquí soy alumna y estoy para aprender.

Soy comunicador, activista social y músico, a quien el teatro y el cine le reivindicaron su condición de artista secular emergente.

Tengo más de 30 años de experiencia como profesor, actor, director y productor. La vida me ha llevado a conocer de cerca la realidad en la que viven las diversas comunidades marginales e indígenas, en especial de la costa y sierra del Ecuador.

Esta población se ha mantenido a través de su historia empobrecida y discriminada, sumida en la opresión; hoy está inmersa en una realidad virtual que ha enajenado su pensamiento y conciencia.

Estoy en Ecassef porque comparto el principio de “crecer juntos”, por el afán de ayudar desde mi ámbito de acción a la construcción de una sociedad justa, solidaria y libre.

Mi ejercicio profesional como abogado ha estado orientado a la solución de problemas de familia y notariales como contribución a la reducción de las desigualdades de la sociedad.

Visualizamos una realidad con necesidades y problemas sociales que nos obligan a sumar esfuerzos y compartir experiencias; en Ecassef participamos en la formulación de proyectos que ayuden a reducir las diferencias entre los que más tienen y los que sobreviven en medio carencias y dificultades.

Mi propósito es ayudar a organizaciones y PYMES a ser más rentables a través del diagnóstico, asesoría y desarrollo de planes, acciones y productos comunicacionales con enfoque de desarrollo sostenible.

Me uní a Ecassef Foundation porque sé que el mundo necesita más instituciones que sean socialmente responsables con su contexto local y global en el marco de los objetivos de desarrollo sostenible.

Sé que pequeñas acciones conectadas son capaces de lograr grandes cambios y que Ecassef Foundation, desde cada uno de sus espacios y proyectos, lo está logrando.

Agradezco la oportunidad de ser parte de esta causa y espero que con el tiempo seamos más los que colaboremos en estos empeños.

Comprendo el compromiso de contribuir al crecimiento personal y al mejoramiento de las organizaciones comunitarias; pues, la dignidad humana solo existe y puede ser valorada en cada individuo que aprende a usar efectivamente su voluntad, y, por tanto, libremente construye sociedades democráticas y prosperas.

Con gusto participo del empeño para determinar todo aquello que menoscaba las decisiones personales y todo lo que afecta negativamente a las relaciones comunitarias; cada ser humano debe ser constructor de la sociedad y protagonista de la historia en ese afán debemos encontramos para emprender y compartir proyectos juntos.

«Andar con las propias piernas y pensar con la propia cabeza” es la frase que indica el valor de cada proyecto porque cada uno es la ocasión para descubrir la promesa que subyace en las acciones verdaderamente humanas: una característica irreductible a procesos físicos y biológicos, que construye la identidad (el alma) de cada individuo y de cada pueblo.

Aprender y crecer como persona ha sido una constante en mi vida diaria en Ecassef; he ampliado mis conocimientos y reconocido las diferentes formas de cultura, pensamiento y visión de la vida; comprendo que la esencia de Ecassef es querer ser parte del progreso de los que caminan junto a nosotros.

El respeto, la puntualidad, el trabajo en equipo, escuchar las diferentes opiniones y puntos de vista han fortalecido mis valores.

La mejor recompensa ha sido ver a cada niño, joven y adulto educarse y ser mejor persona para afrontar la complejidad de la existencia.

Lo importante es que el conocimiento nos ayuda a que seamos más libres y más humildes. Sabemos que el mejor lugar para vivir, descansar y estar, surge de estar en paz con nosotros mismo.

La educación como proceso de personificación e identidad, tiene como fin la transformación consciente del ser humano, de su existencia, de su ambiente, de su historia y de su destino; es un proceso que no se debe confundir con la argucia de entender la memoria en forma mecánica (espacio de almacenamiento de contenido para repetirlos), sino de cultivar la reflexión analítica que permita a la persona leer los diferentes significados de la realidad y comprenderlos para proponer explicaciones que superen las diversas problemáticas.

Los seres humanos muestran en su devenir las diversas respuestas (los significados) que elaboran ante las experiencias elementales de la existencia (enfermedad, muerte, relación hombre-mujer, etc.); entender estas respuestas se convierte en un elemento capaz de valorar el propio sentido de la existencia humana. Estos significados se perciben en el empeño de promover la etnoliteratura como una narración indispensable para aceptarse y valorar la identidad que construyen y mantienen los sistemas culturales.

Nuestro propósito es provocar que un individuo elabore una narración y reconozca el sistema significativo que le configuró (que hizo surgir su conciencia) en los primeros años y lo hizo parte de un grupo humano (de un pueblo) determinado.